Uno de nuestros clientes recibió hace algunos años un modelo de casa matriz para su gestión comercial y pidió a sus Gerentes Regionales que lo implementen con rigurosidad, siguiendo al pie de la letra la forma como está planteado. Lo único que se pide es que los Directores de Grupo administren el modelo y lideren a sus equipos para que sigan el paso a paso, lo cual también está predeterminado y consiste en seguir una secuencia fija de actividades de cara a su equipo cada día, cada semana y cada mes.
El Presidente de la Compañía está muy orgulloso por que ha recibido felicitaciones de sus jefes debido a la efectividad con la cual se implementó el modelo, sin embargo tiene una preocupación debido a que en algunos grupos hay ejecutivos muy valiosos que se han retirado de la compañía, algunos otros parecen desmotivados a pesar de estar ganando más que antes, y los niveles de ausentismo se han disparado. Para esta última parte del año necesita reforzar los resultados para que su compañía supere los objetivos propuestos, sin embargo ve, con preocupación que el ambiente en algunos equipos no es el adecuado para arreciar.
Luego de analizar los resultados del estudio de clima, el Presidente se sorprende al ver tantas diferencias entre el clima organizacional de un equipo a otro, aún en la misma regional, siendo que el modelo es el mismo para todos y precisamente parte de lo que buscaba la estandarización era minimizar este riesgo. Lo que le pareció más interesante de los resultados de los grupos más afectados es que además de las variables relacionadas directamente con el jefe, las demás también estaban calificadas bajas por el equipo, aun aquellas que había trabajado para mejorar bastante como la compensación.
Nuestra sorpresa fue la reacción del Presidente y que no tuviese claro el poder que tiene el comportamiento de un jefe sobre la percepción que tiene un empleado de su compañía, así la empresa sea “maravillosa”. Los jefes directos tienen una incidencia tan fuerte en los integrantes de su equipo que afectan aun la percepción que tienen los miembros de su equipo de aquellos temas sobre los cuales el jefe no tiene poder de decisión.
Es importante no menospreciar la gestión de los microclimas y sobre estimar los efectos de las políticas organizacionales sin tener en cuenta la influencia de las cabezas de cada grupo.
John J. Marin Giraldo
Socio - Consultor NEO Consultoria
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