viernes, 15 de julio de 2011

¿ES SUFICIENTE JUZGAR Y CONDENAR? Reflexión en momentos de Crisis en la estructura Organizacional

Algo que me inquieta en relación a la necesaria gestión de destapar ollas podridas de corrupción es el ambiente que queda al interior de las instituciones del estado que son objeto de las investigaciones.

En el caso de la DIAN, la nómina da cuenta de un poco más de 6.000 personas, de la cuáles la gran mayoría, con seguridad, son personas honestas que viven de su salario y que están comprometidas con su trabajo; hoy en día, estas mujeres y hombres íntegros son también tildados de corruptos por las generalizaciones que hacen los medios y las ganas de justicia de la gente del común. Ese morbo de usar su dedo señalador como que hace sentir a las personas mejor que los demás.

Los funcionarios honestos de la DIAN van a tener que seguir trabajando de cara a cumplir unas metas muy exigentes de recaudo que ha impuesto el Ministerio de Hacienda, con el yugo de ser tachados de corruptos en sus círculos sociales y en los medios. Para una muestra entre a Twitter y lea algunos comentarios.

Mi pregunta es si las Directivas de esta y otras instituciones del estado han manejado de manera adecuada este aspecto de la problemática, o si se han enfocado en mostrar las cabezas de los ampones como trofeos. Es muy probable que se logren las metas institucionales pero por ambiciosas que sean, lo más probable es que son inferiores a lo que lograrían si manejaran a los colaboradores que se quedan trabajando de manera estratégica o, si se quiere, sensible.

Sin duda hay que combatir la corrupción con vehemencia, y también hay que garantizar el desarrollo organizacional de estas instituciones en el corto y mediano plazo, a través del cuidado de su capital humano.

John Marin G. Consultor - Socio

NEO Consultoría Ltda.

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